Filadelfia - 5 de febrero de 2025 - Tras el discurso del gobernador Josh Shapiro sobre el presupuesto, la senadora estatal Christine Tartaglione (D-Filadelfia) emitió la siguiente declaración:
"El gobernador Shapiro expuso una visión audaz y necesaria para Pensilvania, que da prioridad a las familias trabajadoras, fortalece nuestras escuelas e invierte en comunidades más seguras. Mientras Washington está atascado en el estancamiento, nos centramos en soluciones reales aquí en Pennsylvania.
Ante todo, es hora de aumentar el salario mínimo. Los trabajadores de Pensilvania llevan casi dos décadas esperando un aumento salarial, y 7,25 dólares la hora es sencillamente inaceptable. Un salario mínimo de 15 dólares sacará a las familias de la pobreza, impulsará nuestra economía y garantizará que nadie que trabaje a tiempo completo tenga dificultades para llegar a fin de mes. Esto no debería ser una cuestión partidista: es lo que hay que hacer. Llevo dos décadas luchando por esta causa, y ya es hora de conseguirlo.
El compromiso del Gobernador con la educación es otro paso en la dirección correcta. La educación no sólo es una prioridad máxima, sino que es nuestra obligación judicial arreglarla. Invertir 8.200 millones de dólares en escuelas públicas y 40 millones en estipendios para estudiantes de magisterio ayudará a garantizar que todos los niños tengan acceso a una educación de alta calidad y que sigamos atrayendo a los mejores y más brillantes educadores.
También estamos abordando la equidad del impuesto de sociedades. Si bien redujimos el impuesto neto de sociedades para atraer a las empresas, también debemos cerrar las lagunas que permiten a las grandes corporaciones eludir el pago de su parte justa. Cuando las empresas se benefician de los trabajadores de Pensilvania, deben pagar los impuestos de Pensilvania. Estoy patrocinando la legislación para solucionar este problema como lo he hecho durante la mayor parte de una década. Es hora de dar prioridad a las familias trabajadoras de Pensilvania.
La seguridad pública sigue siendo una de las principales preocupaciones, y apoyo plenamente el plan del Gobernador de invertir más de 90 millones de dólares en la prevención de la violencia armada y casi 300 millones de dólares en el transporte público. Tenemos que proteger a nuestras comunidades, apoyar a las fuerzas del orden y hacer que nuestros barrios sean más seguros para todos.
Este presupuesto también reconoce la importancia de la asistencia sanitaria asequible, los servicios de salud mental y el tratamiento de las adicciones. Disponemos de fondos para apoyar a quienes luchan contra la ansiedad, la pérdida y la adicción, y ya es hora de que los utilicemos. Invertir en recursos sanitarios y de salud mental no es sólo una obligación moral, es una necesidad para una Pensilvania próspera.
Este presupuesto sienta las bases de una Pensilvania más fuerte y más justa. Estoy deseando trabajar con mis colegas para convertir estas propuestas en acciones reales. Manos a la obra".
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